La discriminación por no ser como el resto del mundo y el afán
de superación se mezclan en Mi pie izquierdo para dar lugar a una obra maestro dentro del género
de drama familiar.
Esta es una película que tenía en mente ver desde hace
bastante tiempo, pero nunca me veía con fuerzas suficientes para enfrentarme a
ella, es más, miento si digo que no he visto algún fragmento de ella, hace unos
años empecé a verla pero a la mitad de la misma tuve que dejarla por la gran
cantidad de sentimientos contradictorios que me hizo sentir.
Pasado el tiempo y viendo todas las experiencias vividas
desde otro punto de vista tengo que decir que ha sido un gran acierto el
visionado de ella, la gente más cercana a mi podrá saber que esta película es
un vivo retrato de uno de los miembros más querido e importantes de mi familia,
de ahí esa identificación tan real con la fuerza, el coraje y las ganas de aferrarse
a la vida que desprende el protagonista de la película.
Puede que en este caso la opinión vertida sobre este film no
sea del todo objetiva, por ello quien lea el articulo creo que debería ver la película
para poder sacar sus propias conclusiones las cuales pueden ser totalmente distintas
a las mías. Con esto lo que quiero decir es que muchas de las vivencias,
sentimientos o acontecimientos que tiene Christy Brown en la película son
similares a muchas de las cosas ocurridas en mi corta vida y puede que haya
visto la película desde un plano mucho más “personal”.
Dejando a un lado todo esto y centrándonos en lo cinematográfico, Mi pie izquierdo se presenta como una
historia biográfica contada por su protagonista Christy Brown (Daniel Day-Lewis)
persona con parálisis cerebral atetoide donde su único instrumento para
comunicarse con el mundo es su pie izquierdo. Christy nace en una Irlanda
sumida en una época económica convulsa, donde la pobreza y el paro son sus principales
protagonistas. El protagonista ocupa el décimo lugar en una familia formada por
22 hermanos los cuales son sacados adelante por su madre Bridget Brown (Brenda
Fricker) personaje muy a tener en cuenta en la película y que se hablara más en profundidad del más
adelante, y su padre Paddy Brown (Ray MacAnally) cabeza de familia, que por la situación
en la que se encuentra Christy actúa como si su hijo no fuera responsabilidad
suya, comportamiento que se verá modificado de manera radical por la constancia
del protagonista de la película.
El tema central de la película gira en torno la discriminación
de Christy por no ser como el resto del mundo, por no ser “normal”, a lo largo
de la película podemos ver distintas tomas donde tratan a Christy como si no
entendiera nada de lo que ocurre a su alrededor, lo que vulgarmente llamamos “tonto
del bote”, incluso los médicos que ayudaron a su madre a dar a luz al pequeño
la dijeron que no se hiciera muchas ilusiones con su hijo, que su hijo
simplemente sería una persona en estado vegetativo, un mueble más en un triste salón,
pero podremos ver que Christy y su madre harán tragarse todas esas palabras con
una lección de lucha y constancia superando todas las adversidades y obstáculos
que la vida los ponga.
Está claro que la acción central del film se centra en
Christy Brown, es quien sufre la enfermedad, quien va superando poco a poco sus
problemas, quien ríe, quien llora, pero querría que siguierais un consejo,
cuando veáis la película no centréis toda vuestra atención en Christy, fijaros también
en el personaje de Bridget Brown, por experiencia propia os puedo decir que
esta madre sufre mucho más que el propio protagonista, lucha más que él ,trabaja
más que él, la única premisa que esta mujer tiene en la vida es creer en su
hijo, sabe que detrás de ese físico “peculiar” existe el hijo con que todo el
mundo “sueña”, es tan grande el amor de la madre por su hijo que una de las
frases a la que tengo que hacer referencia dicha por ella es: “Christy si pudiera te daría mis piernas y
me quedaría con las tuyas para que vieras la felicidad”. Con esto lo que
quiero decir es que a primera vista el héroe de la película es Christy Brown,
pero os puedo asegurar que quien hace un esfuerzo titánico tanto en la vida de
su hijo, como en la suya es Bridget Brown.
Después de todo lo escrito anteriormente poco queda que
decir de la actuación tanto de Daniel Day-Lewis como de Brenda Fricker. Muchos
expertos en la materia dicen que la interpretación de un personaje con una
deficiencia pone a prueba todos los aspectos interpretativos de un actor,
pudiendo terminar con una actuación brillante o como actuación realmente patética.
No he visto mucho cine aunque algunos digan lo contrario, pero lo que sí puedo
decir es que a día de hoy no he visto una interpretación tan real y creíble
como la que ha hecho Daniel Day, no solo me quedo en todos los aspectos “físico”,
sino que la interpretación psíquica solo la había visto en personas con esos
problemas reales, aunque puede sonar a primera vista algo fuera de lugar, desde
mi punto de vista Daniel Day-Lewis no interpreto a una persona minusválida,
sino que realmente era una persona minusválida y muchas de las personas que
hayan visto la película como yo coincidirán conmigo.
Brenda Ficker no se queda atrás tampoco en cuanto a calidad
interpretativa se refiere, derrochando calidad por los cuatro costados en cada
una de las secuencias que rodó, esta mujer como muchas otras que existen en el
mundo nadie le ha regalado nada en la vida, todo lo ha tenido que luchar y
pelear, un ejemplo claro de ello es el Christy Brown final que podemos ver en
la película, si a todo ello le sumamos que no solo tenía que cargar con su hijo
tetrapléjico sino con 22 bocas más que alimentar con un sueldo irrisorio y un
marido el cual solo se ceñía a trabajar y a gastarse lo poco que tenían en
pintas irlandesas. Pero muchos de nosotros sabemos que la constancia y la
perseverancia es una de las mejores fórmulas para solucionar los problemas y
Bridget Brown no iba a ser menos, consiguió hacer de ese niño que durante toda
la vida el mundo le dio la espalda y lo tildo de “tullido”, “pobre desgraciado”
o “imbécil” un escritor, poeta y pintor de talla internacional.
Todo en esta vida no puede ser tan perfecto dentro de las
imperfecciones de Christy siempre tiene que haber algo que trunque la
felicidad. En este caso creo que el director Jim Sherindan sabía que para crear
una obra de arte tenía que incluir en la película algo que nos hiciera agrandar
ese nudo en la garganta que se te hace durante toda la película, por ello va a
introducir uno de los temas más utilizado en el mundo del cine, que no es otro
que el desamor, desamor que si os parálisis a pensar cuando hayáis terminado de
ver la película es capaz de acabar con un hombre en cuestión de días, capaz de
destruir a una persona que es capaz de vencer todas las barreras que le ha
puesto una de las enfermedades más radicales del mundo. Este desamor surge cuando por casualidad
aparece en la vida de Christy la doctora Eileen Cole, interpretada por Fiona
Shaw, ofreciéndole sin coste alguno la posibilidad de participar en un proyecto
para mejorar su calidad de vida dentro de una institución mental, sin coste
ninguno. En este momento Christy Brown se encuentra en una de las encrucijadas más
difíciles de su vida, ¿Despegarse de la persona que ha cuidado durante toda su
vida? o ¿Intentar mejorar su calidad de vida para volver a casa siendo una
persona totalmente distinta?
Siendo una de las decisiones más difíciles de la película Christy
da un paso hacia adelante e ingresa en la institución médica, donde hace
grandes avances en muy poco tiempo, es tal el avance, que Christy es capaz de
hablar y comunicarse con las personas de la institución. Pero por mucho que el
mismo vea sus avances su madre está lejos y no puede aguantar tanto tiempo
separado de ella, por lo que decido volver a casa. En este momento de la película
me imagine por donde el director creía que iba a seguir el hilo argumental,
pero me sorprendió gratamente al incluir a Eileen como un personaje un tanto
peculiar dentro de la película. Eileen ve en Christy una persona que aun
teniendo esas limitaciones es una persona con un gran potencial en el campo de
la pintura y decide desplazarse todos los días a su casa para poder seguir con
la terapia.
Con el tiempo Christy va mejorando a pasos agigantados como
su relación con Eileen, este aspecto si ve venir desde muy lejos en la película
y el enamoramiento de Christy por Eileen es un secreto a voces, pero como ya he dicho anteriormente este amor
no es correspondido, Eileen pretende casarse con un organizador de exposiciones
el cual le dio su primera oportunidad a Christy para presentar sus obras, tengo
que decir que el momento en el que se entera de q pero como ya he dicho
anteriormente este amor no es correspondido, Eileen pretende casarse con un
organizador de exposiciones el cual le dio su primera oportunidad a Christy
para presentar sus obras, tengo que decir que el momento en el que se entera de
q pero como ya he dicho anteriormente este amor no es correspondido, Eileen
pretende casarse con un organizador de exposiciones el cual le dio su primera oportunidad
a Christy para presentar sus obras, la escena donde ocurre todo esto es un restaurante
plagado de gente donde se puede ver a un Christy con unas copas de más
encolerizado y tremebundo lanzado improperios a diestro y siniestro, no sé
porque me recuerda a algo parecido que ocurrió con un tal Tony Montana…
Después de esta dura noticia el protagonista entra en una
oscura e interminable depresión cuyo principal protagonista es la botella,
relacionado con esto si veis la película podéis ver que la gran mayoría de
cuadros que Brown pinta en la película van cogidos de la mano en función de su
estado de ánimo, felicidad, amor, odio, pero es tal el grado de depresión que
acusa que de la noche a la mañana deja de pintar haciéndose adicto al alcohol.
Para ir terminando, como ya he dicho anteriormente esta
historia me toca muy de cerca y no sabría explicaros con palabras que es lo que
me ha transmitido la película, creo que para poder sentirlas de la misma manera
que yo las siento hay que vivirlas, no sé
si por suerte o por desgracia día a día puedo ver una sonrisa muy parecida a la
que se dibujaba en la cara de Christy Brown y eso hace que cada día me levante
y siga haciendo lo que hago.
Si el afán de superación es una de las constantes en vuestras
vidas y no os importa tener un nudo en la garganta durante unas horas, Mi pie
izquierdo es vuestra película
Rebeca
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